¿Qué fue del coche autónomo?

¿Qué fue del coche autónomo?

El otro día comentaba con otro amigo en una presentación de un nuevo modelo que era curioso cómo habíamos dejado de ser bombardeados por las marcas con comunicados de prensa sobre sus avances en materia de conducción autónoma.
 
En efecto, desde el 2015 hasta antes de ayer, rara era la semana en la que no teníamos que publicar algún artículo en el que se hablaba sobre el último hito de algún fabricante. Que si tal o cual había recorrido la carretera entre dos ciudades sin que nadie estuviese atento al volante (aunque convenientemente custodiado por toda una caravana de vehículos de control), que si esta empresa había desarrollado una nueva tecnología, que si las nuevas redes de comunicaciones ya estaban preparándose para la ingente cantidad de información necesaria para hacer viable esta tecnología…
 
Sin embargo, desde hace unos pocos meses parece que esta chorrada de la inminente llegada del coche autónomo (los fabricantes insistían en que en 2025 tendrían lista esta tecnología y prometían “cero víctimas en accidentes de tráfico” gracias a ella) ha dejado de ser noticia, ¿por qué?.
 
 
 
 
Los accidentes en los que se han visto involucrados coches autónomos en 2018 han sido numerosos.
 
Bueno, por un lado, a medida que avanzan los ensayos cada vez está más claro que en la conducción hay demasiadas variables como para garantizar el correcto funcionamiento y, para colmo, han habido accidentes mortales que han demostrado que los coches autónomos, al menos por ahora, son más peligrosos que los conducidos por humanos. Si tenemos en cuenta cuántas personas murieron en 2018 en accidentes con coches autónomos y su proporción frente a la de coches no autónomos, resulta que es más probable tener un accidente en un prototipo autónomo que en un coche conducido por un humano, pero éste no es el principal motivo por el que ya no esté de moda esta tecnología.
 
La realidad es que la industria del automóvil se ha dado de bruces con otras prioridades más inmediatas que les han venido impuestas tanto por el mercado como por la política. Ahora el comunicado de moda es el desarrollo de baterías mágicas, sistemas de recarga sin cables y en tiempos récord, una nueva generación de coches eléctricos maravillosos…
¿Será cierto esta vez?